¿Cuáles son los gases del efecto invernadero y por qué importan?
Cuando hablamos de acción climática, la reducción de nuestra huella de carbono es el primer paso que todos reconocemos.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez cuáles son los gases del efecto invernadero y qué papel juegan en el calentamiento global? En ESBUENISIMO NEWS preparamos el artículo
La historia detrás del efecto Invernadero
Antes de que el término «calentamiento global» se convirtiera en un tema común, fue el concepto de “efecto invernadero” el que nos alertó sobre nuestro impacto en el clima.
Este término ha sido utilizado en la ciencia desde finales del siglo XIX, con contribuciones notables de investigadores como Eunice Foote, Svante Arrhenius y John Tyndall.
El efecto invernadero se refiere al calentamiento de la superficie terrestre y de la troposfera, la capa más baja de la atmósfera, causado por ciertos gases presentes en el aire. Estos gases, conocidos como gases de efecto invernadero (GEI), son los responsables de retener el calor en la atmósfera y mantener la Tierra a una temperatura habitable.
¿Qué son los gases de efecto invernadero?
Los gases de efecto invernadero son aquellos que absorben y reemiten el calor que irradia la Tierra. Al hacerlo, atrapan ese calor en la atmósfera, generando el conocido efecto invernadero.
Entre los más importantes se encuentran el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y los gases fluorados. Cada uno de ellos contribuye al calentamiento global de diferentes maneras.
Dióxido de Carbono (CO2): el más famoso
El dióxido de carbono es el gas de efecto invernadero más conocido y el más emitido a nivel mundial.
Antes de la revolución industrial, los niveles de CO2 en la atmósfera eran de aproximadamente 228 partes por millón, pero hoy en día esa cifra ha ascendido a 421 partes por millón. Este aumento es uno de los principales responsables del calentamiento global.
Fuentes de Emisión
El CO2 se emite naturalmente por organismos vivos, como plantas, animales, suelos y océanos. Sin embargo, la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, utilizada principalmente para generar electricidad y en transporte, es la mayor fuente de emisiones provocadas por el ser humano.
Sumideros de CO2
A pesar de su mala fama, el dióxido de carbono es esencial para la vida en la Tierra. Las plantas y otros organismos lo absorben mediante la fotosíntesis.
Además, existen tecnologías que permiten capturar el CO2 y almacenarlo, reduciendo así su presencia en la atmósfera.
Metano (CH4): pequeño pero poderoso
El metano, compuesto por un átomo de carbono y cuatro de hidrógeno, es menos abundante que el CO2 pero mucho más eficaz en retener el calor. A pesar de representar una menor cantidad en la atmósfera, su impacto en el calentamiento global es considerable.
Fuentes de emisión
El metano se genera a partir de la descomposición de materia orgánica en ambientes con poco oxígeno, como los pantanos y los vertederos, y también en los sistemas digestivos del ganado. Aunque el 40% de sus emisiones son naturales, la mayor parte proviene de actividades humanas, especialmente en el sector energético y agrícola.
Sumideros de Metano
La troposfera y los suelos de los bosques actúan como sumideros naturales de metano, descomponiéndolo en compuestos menos peligrosos.
Sin embargo, la deforestación y la contaminación han reducido significativamente la capacidad de estos sumideros en las últimas décadas.
Gases Fluorados (F-Gases): los invisibles pero persistentes
Los gases fluorados, desarrollados para reemplazar sustancias que dañaban la capa de ozono, son completamente artificiales.
Aunque representan solo un pequeño porcentaje de los gases de efecto invernadero, su capacidad para calentar la atmósfera es considerable y su duración en ella puede extenderse por miles de años.
Fuentes de emisión
Estos gases se liberan en procesos industriales como la fabricación de aluminio, magnesio y productos electrónicos. Su emisión, aunque en menor cantidad, tiene un impacto profundo debido a su alta potencia de calentamiento.
Sumideros de F-Gases
A diferencia del CO2 y el metano, los gases fluorados no tienen sumideros naturales eficaces. Solo pueden ser destruidos por la luz solar en la atmósfera superior, un proceso que puede tardar miles de años.
Óxido Nitroso (N2O): un gas con doble filo
Conocido como el gas de la risa, el óxido nitroso es un potente gas de efecto invernadero. A pesar de su nombre, su impacto en el clima no es para tomárselo a la ligera. Es 300 veces más potente que el CO2 y puede permanecer en la atmósfera durante más de un siglo.
Fuentes de emisión
La mayor parte de las emisiones de N2O provienen de la agricultura, especialmente del uso de fertilizantes nitrogenados. Las prácticas agrícolas sostenibles son esenciales para reducir su concentración en la atmósfera.
Vapor de agua: el equilibrio necesario
El vapor de agua es un componente natural de la atmósfera que contribuye al efecto invernadero.
Aunque no es el causante directo del calentamiento global, su aumento amplifica el efecto de otros gases.
Fuentes de emisión
El vapor de agua se produce a través de la evaporación de los océanos, ríos y suelos. Con el aumento de las temperaturas globales, la cantidad de vapor en la atmósfera también se incrementa, potenciando aún más el calentamiento global.
Cómo abordar los gases de efecto invernadero
Cada país enfrenta desafíos únicos al abordar el calentamiento global, ya que no todas las regiones emiten los mismos niveles de gases de efecto invernadero.
La clave está en medir las emisiones, reducirlas mediante cambios tecnológicos y de comportamiento, y compensar lo que no se puede evitar.
Al final del día, entender cuáles son los gases del efecto invernadero y cómo afectan al planeta es el primer paso para tomar medidas efectivas contra el cambio climático.
Preservar nuestro planeta para futuras generaciones depende de nuestras acciones ahora.