Valentina Valencia, más conocida como Gatita Veve, ha revolucionado la industria del entretenimiento para adultos con una historia tan inesperada como potente. Desde su crianza en una familia de Testigos de Jehová en Alto Hospicio hasta protagonizar producciones de Brazzers en Europa, su transformación no deja indiferente a nadie.
La infancia de Gatita Veve marcada por la fe y la austeridad
Valentina nació y creció en Alto Hospicio, al norte de Chile, en un entorno profundamente religioso. Criada en el seno de una familia de Testigos de Jehová, su adolescencia transcurrió lejos de cualquier exposición a la vida mediática o al mundo del espectáculo. La religión y una realidad económica austera definieron sus primeros años de vida.
Durante mucho tiempo, su rutina fue la de cualquier joven de su comuna: estudios, compromisos religiosos, y un futuro que parecía estar estrictamente delineado. Sin embargo, algo en ella siempre buscó un camino distinto.
El giro radical: de la vida espiritual al mundo OnlyFans de Gatita Veve
El verdadero punto de quiebre llegó en 2024. Valentina decidió abrir una cuenta en OnlyFans, plataforma que le permitió comenzar a generar contenido erótico de manera independiente. Su propuesta se caracterizó desde el inicio por un enfoque cuidado y artístico, alejándose de lo vulgar y conectando con una audiencia que valoraba su autenticidad.
La reacción fue inmediata: su comunidad creció rápidamente en redes sociales. En su cuenta de Instagram ya suma más de 29 mil seguidores, donde comparte adelantos de sus sesiones, reflexiones sobre su carrera y contenido exclusivo para sus fans.
De Alto Hospicio a Gatita Veve en Brazzers: el salto a Europa
Decidida a profesionalizarse en el rubro, Valentina se trasladó a Europa, donde actualmente reside en Budapest, una de las capitales mundiales del cine para adultos. Desde allí, ha trabajado con estudios internacionales y ya es parte del catálogo de Brazzers, una de las productoras más reconocidas del sector a nivel global.
Su historia no solo ha llamado la atención por lo drástico del cambio, sino también por la coherencia con la que ha defendido su derecho a decidir sobre su cuerpo, su carrera y su vida. A diferencia de muchas otras figuras de la industria, Gatita Veve ha sido abierta sobre sus orígenes, los desafíos personales que ha enfrentado y la visión a futuro que tiene para su carrera.
Budapest: la capital del porno y el lugar donde Gatita Veve se consagró
En febrero de 2025, Valentina decidió instalarse en Hungría. Desde su llegada a Budapest, su carrera tomó un ritmo vertiginoso. Firmó con Brazzers, una de las productoras más grandes del planeta, y en cuestión de semanas ya estaba grabando con figuras de talla mundial como Jordi, más conocido como “El Niño Polla”.
Además de Brazzers, Gatita Veve ha trabajado con BangBros, Dorcel y SexMex, lo que la posiciona como la chilena con mayor proyección internacional en la industria. En varias entrevistas ha destacado que allí recibe un trato profesional, con logística completa y un pago justo por escena, lo que le ha permitido crecer con rapidez.
Ganancias y la creación de Saturnalia, su productora chilena
Los números también hablan de su éxito. En un mes intenso de grabaciones y contenido, Gatita Veve puede llegar a ganar hasta 30 mil dólares. Sus ingresos por escena oscilan entre los 500 y 2000 dólares, dependiendo de la productora y el tipo de rodaje.
Lejos de limitarse a acumular ganancias, Valentina decidió invertir en su propio proyecto: Saturnalia, una productora de cine para adultos creada en Chile. Su objetivo es profesionalizar la industria, ofrecer un espacio de respeto y generar oportunidades para nuevos talentos locales.
La familia de Gatita Veve: del rechazo inicial al apoyo
Uno de los aspectos más comentados en su historia es la relación con su familia. En un inicio, confesar su nuevo estilo de vida generó un quiebre, especialmente considerando su pasado religioso. Sin embargo, Valentina tomó la decisión de ser transparente y hablar directamente con su madre y su abuela.
Hoy asegura que la relación está más fuerte que nunca. Su madre la apoya y su círculo de amistades más cercanas se ha mantenido intacto. Vive con su mejor amigo y se rodea de las mismas personas que la acompañaron antes de su fama, lo que le ha permitido mantener los pies en la tierra.
Dificultades personales y resiliencia
La vida de Gatita Veve no ha estado exenta de dolor. Ha compartido públicamente la pérdida de su gato, al que consideraba su compañero inseparable, y también un aborto que enfrentó sola mientras trabajaba. Estos episodios, lejos de hundirla, se transformaron en un motor para fortalecerse emocionalmente y seguir adelante con más determinación.
En entrevistas ha reconocido que parte de su carácter fuerte y resiliente viene de estos momentos, que la empujaron a reafirmar su decisión de vivir según sus propios términos.
Gatita Veve y su visión sobre el porno como arte
Más allá del morbo, Valentina plantea que el porno debe ser entendido como una forma de expresión artística. Critica el doble estándar social que estigmatiza a las mujeres que participan en esta industria mientras en secreto consumen sus contenidos.
Desde su mirada feminista, busca abrir el debate en Chile sobre la necesidad de normalizar y profesionalizar el trabajo sexual y audiovisual. Con Saturnalia, pretende implementar prácticas seguras, transparentes y respetuosas, rompiendo con estigmas y creando un espacio donde el erotismo se viva con dignidad.
Planes a futuro: crear industria en Chile
A pesar de las críticas y prejuicios sociales, Gatita Veve ha contado con el respaldo de su familia y está decidida a abrir nuevos caminos. Entre sus próximos proyectos se encuentra la creación de una productora de contenido adulto en Chile, con el objetivo de profesionalizar la industria local, dar oportunidades a nuevos talentos y ofrecer contenido desde una perspectiva feminista y creativa.
Lo de Gatita Veve no es solo una historia de transformación personal: es un ejemplo de cómo el deseo de libertad, la valentía y la autenticidad pueden derribar barreras culturales. Desde Alto Hospicio hasta los sets europeos, su camino ha sido todo menos convencional. Y lo más seguro, es que recién comienza.