Destacada inversionista se integra como managing partner a Alaya Capital
Destacada inversionista se integra como managing partner a Alaya Capital
Lorena Suárez tiene bastante más de 10 años de vivencia capitalizando en startups.
Se suma al fondo de capital emprendedor haciendo más fuerte la búsqueda de proyectos latinos de encontronazo y además el liderazgo femenino en la industria venture capital.
Abril 2022 Para hacer mas fuerte y continuar posicionando el trabajo a nivel latinoamericano, Alaya Capital termina de integrar como managing partner a la destacada inversionista argentina Lorena Suárez, que tiene bastante más de 10 años de vivencia en la industria de capital de peligro y además es economista. La novedosa socia de la empresa que en su trayectoria ha apoyado a bastante más de 60 startups en América Latina, pertenece a los comités de inversión de numerosos fondos locales y regionales. Adjuntado con ello, es Presidenta de la Organización Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP) y mentora de startups.
Suárez trabaja en el ecosistema desde 2005 e ingresó a la industria de capital de peligro de Latinoamérica en 2011 cuando le tocó dirigir Wayra Argentina, el brazo de originalidad abierta e inversión en startups del Grupo Telefónica. En 2018, desarrolló el Corporate Venture Fund de Supervielle (NYSE:SUPV), capitalizando en fintech e insurtech, apoyándolas en el desarrollo de internacionalización, estrategia y recaudación de fondos.
Según Luis Bermejo, principal creador y managing partner de Alaya Capital, “la llegada de Lorena se produce en un instante muy considerable. Además de su vivencia y conocimiento de la industria, hace más fuerte nuestro deber por conseguir un Comité de Inversión más diverso.”
Bermejo afirma que el instante es clave para Alaya Capital, porque además de contar en su portfolio con empresas resaltadas como 123Seguro y Houm, la firma fue el primer venture capital en invertir en Betterfly, startup insurtech que hace poco llegó a la categoría de unicornio. “Lorena tiene enorme vivencia capitalizando en insurtech y fintech, complementándonos como conjunto en verticales que pertenecen a la proposición de inversión de nuestro nuevo fondo y que sin lugar a dudas son primordiales para el avance de la Región”
Alaya lanzó su tercer fondo con el que invertirá U$ 100 millones en startups tecnológicas en Serie A que promuevan la digitalización de compañias y las pretensiones del nuevo cliente digital, pero con encontronazo en varios de los Objetivos de Avance Sostenible (ODS) de ONU.
“Las startups son una enorme vía de avance popular, barato y de reparación ambiental. Me incentiva empezar a invertir con foco en Semilla y Series A, puesto que creo que es un instante clave para ellas porque no hay muchos fondos accesibles y es el punto de quiebre para que logren adueñarse del mercado si consigue el capital necesario”, dice sobre su ingreso a Alaya Capital y la posibilidad de fomentar el talento latinoamericano para que impacten el planeta.
Suárez enseña que hay muchas oportunidades de desarrollo en el segmento de transformación digital, gracias a que Latinoamérica tiene inconvenientes estructurales como, entre otras cosas, la carencia de digitalización, la incorporación financiera o la degradación del medio ambiente: “Estos son fuente de chances para que surjan startups que logren enseñar resoluciones originales por medio de la tecnología. Hoy Latam está ávido de digitalizarse y el fluído de capital utilizable aumentó considerablemente. Según The Venture City, la financiación de peligro en los USA aumentó un 128%; en Europa aumentó un 239%; y en Latinoamérica aumentó un 454%”.
Potenciar el liderazgo femenino en venture capital
Al igual como pasa en muchas industrias, en el venture capital hay escasas mujeres en puestos de liderazgo. “Según la red social Women in VC, el 5,6% de los fondos de inversión de USA son comandados por mujeres”, asegura Suárez.
Un número que preocupa pero que revela el propósito difícil de cumplir que hay de integrar el talento femenino, donde hay cada vez más prueba respecto del encontronazo positivo que supone tener equipos distintos. Enseña que las compañías de capital peligro que aumentaron el número de mujeres socias en un 10%, vivieron un incremento del 1,5% en los desempeños del fondo todos los años y además de un 9,7% bastante más de salidas rentables, según un examen de Harvard Business Review. “Las mujeres inversoras somos dos ocasiones más dispuestas a invertir en startups fundadas por mujeres o con servicios dirigidos a ellas, que son el 50% de la gente mundial”, dice, añadiendo que “Apuntar a la igualdad de género en los fondos de inversión es considerable para la industria, porque se promueven diferentes puntos de vista, se consigue tener una observación más representativa del mercado, lo que acarrea a elecciones más certeras, entre otras características y lo mismo pasa con las startups.”
En Argentina, entre otras cosas, sólo el 11,3% de las startups construidas en 2021 fueron co fundadas adjuntado con mujeres, en tanto que el 88,7% estuvo liderada sólo por hombres. Entre las primordiales barreras que combaten las mujeres está el ingreso a capital emprendedor, según un estudio de WeXChange y IBD Lab, y es ahí donde la industria tiene una enorme deuda. Por esto, es que el propósito difícil de cumplir es apuntar a tener equipos cada vez más distintos y equilibrados, puesto que al llevarlo a cabo, hay 45% bastante más de posibilidades de publicar productos innovadores. Impactos positivos se ven además en los retornos financieros, donde las firmas de capital de peligro que tienen mesas ordenes con paridad de género tienen la posibilidad de conseguir hasta un 20% bastante más de provecho que aquellas lideradas sólo por hombres.
“Los inversores poseemos un poder increíble para influir en las normas de la sociedad generalmente. Decidimos qué equipos creadores reciben financiación, qué compañías tienen opciones de triunfo y qué productos van al mercado. Ya que se demostró que las mujeres son más inclusivas en los perfiles de los creadores que respaldan, el encontronazo cultural que esto podría tener es incuantificable”, sugiere Lorena Suárez.