Participación laboral femenina en Chile 2023: radiografía de una realidad
En un año marcado por importantes discusiones sobre la equidad de género y la justicia social, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó una serie de infografías que revelan el estado actual del mercado laboral en Chile, con un enfoque específico en la participación laboral femenina en 2023.
Estas infografías no sólo presentan datos crudos, sino que también sirven como un llamado a la acción, mostrando la desigual situación entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.
La brecha de participación laboral: un abismo que persiste
La participación laboral femenina en Chile en 2023 sigue mostrando grandes desigualdades.
Durante el cuarto trimestre de 2022, las mujeres registraron una tasa de participación laboral de solo 50,8%, en comparación con un 70,2% para los hombres. Esto revela una preocupante brecha de 19,4 puntos porcentuales.
Ahora bien, estas cifras no son solo números, sino un reflejo de las barreras estructurales que enfrentan las mujeres para acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones.
Algo que preocupa: esta brecha se amplifica cuando analizamos la tasa de desocupación. Mientras que para los hombres se situó en un 7,3%, para las mujeres alcanzó un 8,6%.
¿Qué significa esto? Que las mujeres, además de participar menos en el mercado laboral, enfrentan mayores dificultades para encontrar empleo.
Causas de la desigualdad: el peso de la responsabilidad familiar
¿Por qué las mujeres siguen quedando atrás en el mercado laboral?
Uno de los factores más significativos es la carga desproporcionada de responsabilidades familiares y domésticas.
Según los datos del INE, un 33% de las mujeres indicó que la principal razón para no trabajar de forma remunerada ni buscar empleo eran razones familiares permanentes, como el trabajo doméstico y de cuidados. En contraste, solo un 2,9% de los hombres mencionó estas razones.
Este dato revela la profunda inequidad en la distribución de las tareas del hogar y el cuidado, que sigue siendo un obstáculo importante para la plena participación laboral femenina.
Diversidad y género: brechas en distintos grupos
La desigualdad no solo se manifiesta en términos de género, sino que se profundiza cuando consideramos otros factores como la pertenencia a pueblos originarios o la condición de ser extranjero.
El INE destacó que las brechas de género persisten entre las personas pertenecientes a pueblos originarios, con una diferencia de 18,8 puntos porcentuales en la tasa de participación laboral entre hombres y mujeres. Además, la brecha en la tasa de ocupación es de 17,8 puntos porcentuales, mientras que en la tasa de desocupación laboral la diferencia es de 1,1 puntos porcentuales.
Las mujeres extranjeras tampoco están exentas de esta desigualdad. La participación laboral de las mujeres extranjeras es 15,2 puntos porcentuales inferior a la de sus contrapartes masculinas, y la brecha en la ocupación alcanza los 16,7 puntos porcentuales.
Lo anterior refleja cómo las mujeres enfrentan múltiples capas de discriminación y desventajas en el mercado laboral.
Edad y desigualdad: el desafío de las mujeres mayores
Otro grupo que enfrenta grandes barreras en el mercado laboral son las mujeres mayores.
La brecha de género en la participación laboral es más pronunciada entre las mujeres de 55 a 64 años, con una diferencia de 33,2 puntos porcentuales.
Esto pone de manifiesto cómo las oportunidades laborales disminuyen significativamente para las mujeres a medida que envejecen, lo que plantea desafíos adicionales en términos de seguridad económica y bienestar en la vejez.
Brechas en la alta dirección pública: una lucha que continúa
A nivel de la Alta Dirección Pública, las brechas de género persisten a pesar de una leve disminución en los últimos años.
Entre 2010 y 2022, la brecha de género en cargos de primer nivel jerárquico disminuyó de 62,5 a 47,6 puntos porcentuales, y en cargos de segundo nivel jerárquico de 58,8 a 44,1 puntos porcentuales.
Sin embargo, estas cifras siguen siendo alarmantemente altas, lo que indica que las mujeres continúan enfrentando barreras significativas para acceder a los puestos de mayor poder y responsabilidad en el sector público.
Hacia una equidad de género real en el mercado laboral
La equidad de género en el mercado laboral no es solo un tema de justicia social, sino también de desarrollo económico.
Diversos estudios han demostrado que una mayor participación laboral femenina puede conducir a un crecimiento económico más inclusivo y sostenible. Sin embargo, para lograr esta equidad, es crucial abordar las barreras estructurales que perpetúan la desigualdad.
La equidad laboral de género implica garantizar que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades de acceder a trabajos, recibir un salario justo, y avanzar en sus carreras.
Esto incluye no solo la eliminación de la discriminación directa, sino también la creación de condiciones que permitan a las mujeres superar las barreras que actualmente enfrentan, como la carga desproporcionada de las responsabilidades de cuidado y la falta de acceso a empleos de calidad.
Un llamado a la acción
La participación laboral femenina en Chile en 2023 sigue estando lejos de ser equitativa.
Las infografías publicadas por el INE no solo revelan las persistentes brechas de género, sino que también subrayan la urgencia de implementar políticas públicas que promuevan la equidad de género en el mercado laboral.
Estas políticas deben ir más allá de la simple inclusión de las mujeres en la fuerza laboral, y deben centrarse en garantizar que las mujeres puedan participar en igualdad de condiciones y con acceso a empleos de calidad.
La equidad de género en el trabajo no es solo un derecho, sino una necesidad para construir una sociedad más justa y equitativa.
Es hora de que, como sociedad, nos comprometamos a cerrar estas brechas y garantizar que todos, independientemente de su género, tengan las mismas oportunidades de contribuir y prosperar en el mercado laboral.