Saunas de madera vs. baños turcos: ¿Cuál es la diferencia?
Saunas de madera vs. baños turcos: ¿Cuál es la diferencia?
Tanto las saunas de madera como los baños turcos son instalaciones de bienestar populares en todo el mundo. Ambos ofrecen una experiencia de sauna, que se utiliza para relajarse, eliminar toxinas y mejorar la circulación sanguínea. Aunque comparten algunos beneficios similares, hay algunas diferencias clave entre estas dos instalaciones. En este artículo, exploraremos las diferencias entre las saunas de madera y los baños turcos.
Orígenes y diseño
Las saunas de madera tienen sus raíces en la cultura nórdica y se han utilizado durante siglos. Son habitaciones cerradas, a menudo hechas de madera, que se calientan con un horno que quema madera. La temperatura en una sauna de madera típica puede variar de 70°C a 100°C, y la humedad es baja. Los usuarios suelen sentarse en bancos de madera, que se calientan por el calor generado por el horno.
Por otro lado, los baños turcos tienen su origen en el mundo antiguo romano y en la cultura turca. También conocidos como hammams, los baños turcos son salas húmedas y cálidas que se calientan con vapor. La temperatura en un baño turco típico oscila entre 40°C y 50°C, y la humedad es alta. Los usuarios se sientan en bancos de piedra y pueden verter agua sobre las piedras para crear más vapor.
Beneficios para la salud
Tanto las saunas de madera como los baños turcos tienen beneficios para la salud. La exposición al calor puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la función cardiovascular y aumentar la circulación sanguínea. También pueden mejorar la calidad del sueño y reducir el dolor y la inflamación.
Sin embargo, hay algunas diferencias en los beneficios específicos de cada instalación. Las saunas de madera se han demostrado que mejoran la función pulmonar, reducen los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y aumentan la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. También se ha demostrado que reducen el dolor y la rigidez muscular en personas con enfermedades reumáticas.
Por otro lado, los baños turcos se han demostrado que mejoran la función respiratoria en personas con asma y reducen los síntomas de la dermatitis atópica. También pueden mejorar la función cognitiva y reducir la depresión.
Comodidad y accesibilidad
Las saunas de madera y los baños turcos pueden tener diferentes niveles de comodidad y accesibilidad, dependiendo de las preferencias personales y de las limitaciones físicas.
En general, las saunas de madera pueden ser más cómodas para aquellos que prefieren temperaturas más altas y ambientes más secos. Las saunas de madera también pueden ser más accesibles para aquellos con problemas de movilidad, ya que suelen tener bancos de madera a diferentes alturas para sentarse.
Por otro lado, los baños turcos pueden ser más cómodos para aquellos que prefieren temperaturas más bajas y ambientes más húmedos.